Fantasía Épica?
Cuando me decanté por la fantasía épica como el género literario que marcaría la línea central de todos mis proyectos como escritor lo hice sabiendo que era una idea bastante compleja, comprendía que quizá nunca sería como mis autores favoritos por mucho que lo intentara, por supuesto que nunca me rindo en este aspecto, pero siempre he querido hacer una obra épica larguísima, llena de tramas y subtramas que se tejan hasta el inicio de los tiempos de ese mundo, con historias de venganza, muerte, romance y sobre todo combates realmente llenos de vida, de acción. La fantasía épica en general es la labor de construir un mundo, labor que con bastante esfuerzo he intentado realizar día a día en mis obras, pero dejémonos de rodeos y vamos a la realidad. La fantasía épica se caracteriza por la presencia de seres mitológicos o creados para parecer tales, una ambientación medieval o pseudo-medieval y la fuerte presencia de magia, ya sabemos que en algunos casos como Canción de Hielo y Fuego la presencia de la magia está un poco caída en menos, quizá para ayudar a darle un poco más de realismo a la fantasía planteada, pero en lo que es mi caso me gusta con más presencia de magia como en los libros de Crónicas de la Dragonlance.
Un concepto más o menos común es la travesía del o los héroes, el cambio de su vida normal hasta que algo cambia sus vidas y los impulsa al viaje épico, a la travesía en la que combatirán contra el mal con destreza absoluta, hablamos de los libros de capa, de brujería y espada. Aunque la nueva fantasía épica, me refiero a la del siglo XX, ha abandonado en gran medida una tónica habitual de éste género, la eterna batalla entre el bien y el mal ya a partir de los años noventa donde los personajes comienzan a ser más ambiguos, aunque no por eso pierden en un detalle trascendental de la épica y muchas veces de la fantasía en general, el nivel de detalle de los mundos en que se desarrolla la historia.
Otra vía es la de las batallas, no puede haber un libro épico, salvo excepciones, que no contengan un combate, batalla o guerra de proporciones titánicas, inconmensurables y sin parangón con la vida real, después de todo es fantasía, y si hay libertad de imaginar no hay problemas entonces, a elevar el pensamiento y la imaginación.
EL PROBLEMA: Como ya señalamos las características más esenciales del género, también podemos decir por qué es a veces catalogado como un género de segunda, aunque de eso ya no quede casi nada. Fue a principio de los años setenta cuando los críticos ponían a los fanáticos lectores de Tolkien como tímidos, retraídos, lo que hoy consideraríamos un geek, pero muchas cosas han cambiado desde entonces. Por otro lado el género desde hace mucho tiempo está ligado a juegos de Rol y de consola o PC, y eso por cierto genera cierta lejanía de los críticos literarios aunque más cercanía para los fanáticos del mismo, por mi lado creo que es uno de los más exquisitos géneros, después de todo la posibilidad de conocer mundos nuevos llenos de magia es algo que nadie quisiera perderse.
