Hablemos de Estilo.

Primero quiero aclarar que hablaré de estilo, pero no de los estilos, es decir trataré sobre el estilo personal, porque cierto es que intentar emular a nuestro autor favorito podría llevarnos por el camino correcto, sin embargo jamás lograremos hacerlo tal cual, no podremos clonar su estilo, imitarlo si, con mayor o menor acierto, pero desde ya los exhorto a buscar un estilo propio.

Dejando de lado las aclaraciones quería hablar sobre Estilo porque a mi entender, modesto entender por cierto, no soy un profesor ni mucho menos, por lo que en mi humilde experiencia quiero intentar dar una pincelada de lo que he logrado vislumbrar después de indagar en numerosos textos de diversos autores sobre el tema, cada autor con cierto respaldo, en algunos casos incluso con un dudoso respaldo, pero que con acertado gusto en la mayoría de los casos convergían en una sola cosa, el Estilo es un Don, bueno, la verdad sea dicha, en parte lo es, ciertamente que entre los lectores podría estar el próximo Tolkien o Lewis, de nuestro tiempo, pero bien cierto es que el esfuerzo y el estudio compensan lo que por naturaleza no se ha dado, recordando también lo que hablamos en nuestro post anterior donde hablamos sobre si escribir era o no para todos. También es cierto que no podemos llegar y enseñar tal o cual estilo, el estilo es algo propio, único, que viene desde el interior del autor como cada palabra. el estilo es la técnica, la manera, la forma en que el autor toma su pincel y plasma sobre su lienzo, en este caso una hoja, las líneas, los dibujos, las frases que formarán parte de su obra, cada palabra es un ladrillo en la enorme construcción que es una obra y cada ladrillo está hecho de lo que dicta la imaginación del pintor. Pero cuidado, no quiero decir que estudiar los estilos no sea importante, ni estudiar a los grandes autores de todos los tiempos, ya quisiera yo mismo tener el compás de las palabras de Edgard Allan Poe, y como construía sus relatos con precisión llevando al lector de la mano hasta el nudo de su obra donde uno siente la tensió magnífica, exquisita con que ha elegido cada palabra.

En definitiva los invito a estudiar a los autores, a cada uno, a estudiar las técnicas, porque a la larga es el impulso interior de cada uno el que va a romper ese molde y a crear ese estilo único que identificará a cada autor o a cada artista.